PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 29 de enero de 2011

GUION DEL DOMINGO IV° DURANTE EL AÑO CICLO "A"

DOMINGO IV° TO, “A”


AMBIENTACIÓN: En este cuarto domingo del tiempo durante el año, la liturgia nos presenta un programa de vida que el mundo no puede entender: las “bienaventuranzas”. Damos inicio a esta celebración con nuestro canto.

ENTRADA: Jesús es camino, verdad y vida, fuente de la verdadera felicidad.

LITURGIA DE LA PALABRA: El Señor se hace Palabra que quiere obrar lo que promete. La recibimos en nuestro corazón.

EVANGELIO: Con un tono profético, Jesús proclama las actitudes que harán felices a sus seguidores.

ORACIÓN UNIVERSAL: A cada intención nos unimos orando:
“Padre, escúchanos”

Por la Iglesia; para que anuncie sin desfallecer las bienaventuranzas a todos los hombres oprimidos de corazón. Oremos…

Por los que trabajan por la justicia y la paz; para que se descubran sostenidos y animados por el Señor. Oremos…

Por los que padecen el flagelo de la pobreza; para que encuentren siempre auxilio en sus necesidades. Oremos…

Por nuestra comunidad; para que practique y dé testimonio de las bienaventuranzas. Oremos…

PRESENTACIÓN DE LOS DONES: Preparemos la mesa de la Eucaristía para presentar el pan y el vino y con ellos va nuestro propósito de despojarnos de todo aquello que nos impide ser felices.

COMUNIÓN: Recibamos con alegría a Jesús Eucaristía, alimento y fortaleza en nuestro caminar.

DESPEDIDA: Nuestra vida debe ser signo vivo del amor del Señor, ese es nuestro modo de anunciar las bienaventuranzas.

APORTES PARA EL CELEBRANTE DEL DGO IV DURANTE EL AÑO "A"

Aportes para la Celebración de Domingo 4º durante el año A


Saludo inicial
Hermanos: Hoy es el domingo de la felicidad cristiana, el domingo de la buena noticia de las bienaventuranzas. ¡Felices ustedes, que llegan a esta celebración para escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica!

El Dios de la alegría y la paz/ que, por Jesús, con la fuerza/ del Espíritu Santo,/ nos propone el camino de la felicidad/ esté con todos ustedes.

Acto penitencial
El Señor mantiene su fidelidad para siempre y endereza a los que están encorvados. Abramos el corazón a su misericordia.

– Tú sólo eres santo: Porque nos resistimos a ser pobres de espíritu, pacientes y misericordiosos. Señor, ten piedad.

– Tú sólo, Señor: Porque no tenemos hambre y sed de justicia ni trabajamos por la paz. Cristo, ten piedad.

– Tú sólo, Altísimo: Porque no somos tan sufridos ni tan limpios de corazón como debiéramos. Señor, ten piedad.


Gloria
Como el Señor mantiene su fidelidad y nos ama, glorifiquemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Gloria...

Liturgia de la Palabra

Credo
Proclamemos, con decisión, nuestra fe en la palabra de Dios que nos propone la auténtica felicidad: Creo...

Oración de los fieles

Presentación de las ofrendas

Prefacio (Común VIII)

Padrenuestro
En preparación a la comunión, con espíritu fraterno, pidamos al Señor que venga el Reino que Jesús propone en las bienaventuranzas. Padre nuestro...

Cordero de Dios
El Señor da pan a los hambrientos. Éste es el Pan de Vida, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la Cena del Señor.

Comunión

Rito de conclusión
La Misa ha terminado. Nuestra misión comienza.

Hermanos: Esta es una misión valiente y gloriosa: ser testigos en el mundo de los valores que Jesús propone en las bienaventuranzas.

El Señor esté con ustedes.

Derrama, Señor, sobre tu pueblo/ una abundante bendición,/ para que se alegre y regocije/ cumpliendo los preceptos de Jesús. Y que la bendición de Dios...

Acción de gracias
Le respondemos al Señor con nuestra oración, que hoy debe ser más un agradecimiento.

• Gracias Señor porque me enseñas a ser feliz, a ser dichoso.

• Gracias Señor porque veo que sí es posible ser feliz en este mundo en que vivo, siempre y cuando viva de acuerdo a lo que tú me pides.

• Señor te pido que me permitas entender de corazón tu Ley, para que yo pueda alcanzar lo que tú me prometes.

• Permíteme confiar en Ti, confiar en tu ley de amor.

• Permíteme Señor Confiar en tus bienaventuranzas.

• Quiero ser feliz Señor, con la mayor felicidad que se pueda tener y me doy cuenta que esa felicidad no la da el mundo, la das Tú, en la medida que cumplimos tus mandatos.

• Que mi vida Señor sea siempre una clara expresión que sí creo en tus bienaventuranzas y las llevo a la práctica.

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (4° TO "A")

¡BIENAVENTURADOS, DICHOSOS, FELICES, BENDECIDOS!
Este sermón del Monte, que seguiremos escuchando en domingos posteriores, nos presenta, podríamos decir, una serie de paradojas o de contradicciones con nuestro modo de ver las cosas: ¿qué puede tener de bueno ser pobre? ¿De qué puede servir el sufrimiento? ¿Cuándo los humildes han logrado cosas que valgan la pena? ¿No resulta mejor alimentarse de la injusticias en vez de estar suspirando por la justicia? ¿Cuándo ganan los misericordiosos? ¿En qué momento la pureza de corazón ha producido algo que valga? ¿Y los que trabajan por la paz no son los grandes fracasados?

Parece que frente a este texto, que está como una especie de pórtico del Sermón de la Montaña, frente a este texto de las Bienaventuranzas, el mundo tiene sus propias bienaventuranzas: "Dichosos los que tienen espíritu de ricos"; "Dichosos los que gozan, los que la pasan bueno". "Dichosos los altivos, los soberbios, los que tienen un corazón de buldózer y pueden pasar por encima de la gente y pueden aplanarla". "Dichosos los que saben sacar mejor partido de cada circunstancia y no se ponen a sufrir con escrúpulos, ni a sufrir con lo verdadero o lo bello o lo justo". Y el mundo nos seguiría diciendo: "Dichosos los fuertes, los crueles". "Dichosos los Rambos, que no se detienen, que logran siempre su meta, que tienen algún género de arma, de ametralladora en la manga". "Dichosos, -nos diría también el mundo-, dichosos los de corazón retorcido". "Dichosos los que tienen sus deseos y los logran y los consiguen a cualquier precio, no importa si parecen oscuros, no importa si parecen inmorales".

Y por eso, las Bienaventuranzas de Cristo siguen siendo un escándalo en el mundo. A mí me parece que de las Bienaventuranzas no vamos a entender ni una sola palabra, ni una sola sílaba, a menos que entremos por esta luz... ¿cuál? Que esas Bienaventuranzas se realizan en el mismo Cristo. Las Bienaventuranzas no son una teoría; las Bienaventuranzas no son ningún código para organizar una nación; no son una especie de constitución.

Las Bienaventuranzas son el canto de amor, de revolución, de poesía, que surge del corazón de un hombre que ama, y que tiene el corazón al revés de todo el mundo, y que tiene ojos para ver una poesía y una belleza que nadie más estaba viendo. No pensemos en las Bienaventuranzas como salidas de la mente de un estadista, ni de la mente de un moralista. Pensemos en las Bienaventuranzas como salidas del corazón de un hombre, que porque había vivido estas cosas, porque las estaba viviendo, y porque estaba dispuesto a hacerse matar por estas cosas y se murió por ellas, por eso las dice, porque no pudo hablar de otra cosa. Así como cuando una persona está llena de ansias de poder, sólo puede hablar de sus proyectos, de sus ambiciones y de sus codicias, porque es lo que lleva dentro del corazón, así como una persona vulgar sólo sabe hacer chistes de doble sentido y sólo puede hacer alusiones a cosas sucias porque eso es lo único que tiene en el alma; Jesús, cuando se sienta y mira esta multitud, Jesús cuando está frente a la montaña, junto a esos discípulos y junto al cielo, imagen del Cielo Eterno, lo que le sale del alma son estas palabras porque Él las lleva dentro, porque Él las vive.

sábado, 22 de enero de 2011

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (3° TO "A")

Y AL INSTANTE LO SIGUIERON
El episodio se ubica a las orillas del lago, por donde Jesús caminaba y donde los hombres estaban entregados a su trabajo. La llamada de Dios nos llega en nuestro entorno corriente, en nuestro puesto de trabajo. Ningún escenario "sagrado" para la llamada de los primeros discípulos; simplemente el paisaje del lago y el fondo de las duras tareas cotidianas. Nos encontramos con dos relatos paralelos; primero, la llamada de Pedro y Andrés, y, luego ("yendo más adelante"), la llamada de Santiago y de Juan. La repetición le permite al evangelista insistir en lo que le interesa. (...). Pero los rasgos esenciales -y que definen cabalmente la figura del discípulo (el resto del evangelio no hará otra cosa que precisarla)- son cuatro.


Primero: carácter central de Jesús. La iniciativa es suya (vio, les dijo, los llamó); no es el hombre el que se constituye a sí mismo discípulo, sino Jesús quien transforma al hombre en discípulo. Además: el discípulo no es llamado para asimilar una doctrina, ni siquiera ante todo para vivir un proyecto de existencia, sino para solidarizarse con un persona ("seguidme").En primer plano está la adhesión a la persona de Jesús. Tan es así, que el discípulo evangélico no inicia un aprendizaje para convertirse a su vez en maestro; permanece siempre discípulo, y el Maestro es uno solo.
Segundo: el seguimiento de Jesús exige un profundo desprendimiento. La llamada de Pedro y Andrés y la llamada de Santiago y Juan están construidas siguiendo la misma estructura y con un vocabulario sustancialmente idéntico. Existe, sin embargo, una diferencia no despreciable; en el primer relato se dice que dejaron "las redes"; en el segundo, que dejaron "la barca y al padre". Tenemos, pues, un crescendo: desde el oficio a la familia. El oficio representa la seguridad y la identidad social; el padre representa las raíces de uno.

Tercero: el seguimiento es un camino. Partiendo de la llamada de Jesús, se expresa en dos movimientos (dejar y seguir), que indican un desplazamiento del centro de la vida. La llamada de Jesús no instala en un estado, sino en un camino.
Cuarto: el seguimiento es misión. Dos son las coordenadas del discipulado: la comunión con Cristo ("seguidme") y una carrera hacia el mundo ("os haré pescadores de hombres"). La segunda nace de la primera. Jesús no coloca a sus discípulos en un espacio separado y sectario; los envía por los caminos de los hombres.

Fuente: BRUNO MAGGIONI/ EL RELATO DE MATEO. EDIC. PAULINAS/MADRID 1982.Pág. 48

Preguntas para la meditación


¿Cuáles son las prisiones que tengo yo en mi vida? ¿las cosas que me impiden vivir en libertad? Jesús llega a las regiones para cumplir las profecías. ¿He dejado que le luz de Cristo me ilumine? ¿Qué significa hoy volverse a Dios? ¿Mi conversión es clara ante los demás? ¿Las otras personas descubren que yo sí estoy verdaderamente en el camino del Señor? ¿cómo lo descubren? ¿Anuncio la Buena noticia de Jesús? O ¿soy tímido en este anuncio? ¿Cómo me llama a mí Jesús hoy? Los discípulos dejaron sus redes y su familia para seguir a Jesús: ¿Cuáles son las cosas que me impiden hoy seguir a Jesús? ¿cómo puedo superar esto? ¿A qué misión me llama hoy Jesús a mí? ¿Me dispongo a dejar todo por Jesús?

APORTE PARA LA CELEBRACION DEL DGO 3 (TO, "A")

Aportes para la Celebración
Domingo 3º durante el año
Introducción a la celebración

Saludo inicial: El pueblo que andaba en las tinieblas vio una gran luz... escucharemos en la Primera lectura. Esa luz es Jesucristo, que desde el comienzo de su predicación nos invita a seguirlo.

La alegría y la esperanza, que trae Jesús, Luz del mundo, estén con todos ustedes.

Acto penitencial: ¡Conviértanse! Con esta exhortación inició Jesús su ministerio. Por eso, con un corazón arrepentido, abrámonos a su misericordia.

– Tú eres la luz: Cuando no advertimos la alegría que trae tu presencia. Señor, ten piedad.

– Tú eres la salvación: Cuando no buscamos vivir en armonía. Cristo, ten piedad.

– Tú eres el camino: Cuando no te seguimos con prontitud y generosidad. Señor, ten piedad.
Gloria: Glorifiquemos al Padre que, con la fuerza del Espíritu Santo, envió a su Hijo, Jesucristo, a ser “luz del mundo”: Gloria...

Liturgia de la Palabra

Credo: Rezando el credo nos unimos a todos los cristianos que, en todos los tiempos y lugares, han proclamado esta misma fe. Digamos con fervor: Creo...

Oración de los fieles

Presentación de las ofrendas

Prefacio (P.E. Vc): Jesús sigue necesitando discípulos para construir el Reino. Con aclamaciones y el canto del Santo nos unimos al celebrante que, en nombre de todos, eleva a Dios este himno de alabanza, porque nos reúne en un sólo cuerpo y nos invita a mantenernos firmes en el seguimiento de su Hijo.

Padrenuestro: Al concluir la consagración, hemos pedido: “Ven, Señor Jesús”. Ahora, antes de recibir el Pan hecho Cuerpo del Señor, pidamos nuevamente que venga su Reino: Padre nuestro...

Cordero de Dios: Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, Jesús, Luz del mundo que nos llama a seguirlo. Dichosos los invitados a la Cena del Señor.

Comunión

Avisos parroquiales: (Después de la Oración poscomunión).

Rito de conclusión: La Misa ha terminado. Nuestra misión comienza.

Hermanos: El mensaje de hoy es el marco de toda la vida cristiana: convertirse cada día y seguir a Jesús en el camino que él nos proponga.  El resultado será el gozo y la alegría.

El Señor esté con ustedes: Orienta, Señor, nuestra conducta según tu voluntad, para que, escuchando el llamado de Jesús, multipliquemos nuestras buenas obras.
Y que la bendición de Dios...
Canto Final

domingo, 16 de enero de 2011

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (2° TO "A")

JESÚS, EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO

Quizá el gran pecado de nuestra vida cristiana sea un pecado de omisión. Hemos sido llamados para ser luz del mundo y no hacemos casi nada, o en algunas ocasiones, nada. Y, sin embargo, es urgente que seamos capaces de recoger ese reto de la luz porque es indiscutible que el hombre ha elegido el camino de la tiniebla, una elección ciertamente palpable y respecto a la cual no se regatean esfuerzos. Frente a esa elección de tiniebla que hacemos con tanta perfección se alza hoy la llamada para ser luz. Si dejamos pasar la ocasión sin una respuesta pronta, caeremos en ese pecado del que hoy habla Juan en el evangelio y que quita el Cordero de Dios, es decir, Jesús; ese pecado que consiste en no hacer, en no comprometerse con Dios y con los hombres, en no arriesgar nada, en no responder diariamente al reto que supone un compromiso diario de vida cristiana.


Pero no hay que olvidar que esa respuesta personal que se traduce en un compromiso constante, es algo difícil, tan difícil que, en alguna ocasión, puede parecer insuperable. Por eso, y pensándolo bien, cobra un significado profundo la frase del evangelio de hoy: para recorrer el camino que se abre ante la vocación personal cristiana, es necesario estar bien alimentado y sentirse acompañado en el camino. Todo eso lo tenemos los cristianos: cada reunión dominical es una ocasión para recibir un espléndido alimento; cada domingo resuenan en nuestros oídos las palabras del evangelio de hoy sin que le demos la menor importancia, sin que seamos conscientes de que ese Cordero de Dios, sinceramente recibido, es el alimento que puede convertir la debilidad en fortaleza, la indecisión en resolución y el conformismo en inquietud, en sana inquietud. Cada domingo también deberíamos recibir la fuerza y el ánimo que supone una reunión de comunidad en la que los hombres y las mujeres que la integran están dispuestos a aceptar los mismos compromisos y a tender sus manos para ayudar a cada uno de los integrantes.

Generalmente, para que esta realidad que apuntamos se dé, es necesario (habrá que repetirlo una vez más) cristianos vivos, con una actitud que va más allá de los actos concretos de hacer o no hacer para conseguir un estilo en el que todo cuanto se haga o deje de hacer sea un reflejo del estilo cristiano. Si conseguimos estos cristianos vivos tendremos comunidades vivas en lugar de grupos amorfos que van "a misa" solo porque está mandado y apenas sienten nada en su interior cuando dicen en ellas: "He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo...". 

domingo, 9 de enero de 2011

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO "BAUTISMO DEL SEÑOR" (T.O. "A")

EL BAUTISMO ES UN DERECHO DE TODOS PERO... ¿QUÉ PODEMOS RECLAMAR GRACIAS A ÉL?

Te comparto este relato para que saques tus conclusiones y mires el Sacramento del Bautismo como debe ser y no como una "costumbre", "requisito", "trámite" o qué se yo...

EL REY Y EL POBRE

En Persia se cuenta la historia del gran Manú, Shah Babas, en cuyos dominios no se ponía el sol, que reinó con todo esplendor, tenía fama de justo y le encantaba mezclarse con el pueblo, pasando desapercibido para compartir y dar solución a sus problemas.
En cierta ocasión, se vistió de pobre y al pasar por la cocina observó en un rincón una angosta puerta para él hasta entonces desconocida. Descendió el largo, lóbrego y húmedo trecho de escaleras que conducía a un sótano, de reducidas dimensiones y calor asfixiante, en el que un carbonero sentado en un montón de cenizas, atendía la caldera de palacio. El Manú se sentó a su lado y comenzó a hablar. Llegó la hora de comer y el fogonero sacó un sucio pan moreno y áspero y una jarra de agua. Se sentaron a comer y beber. El shah se fue, pero continuó visitándolo con frecuencia, movido por la compasión que sentía por aquel hombre solitario. Amablemente le dio consejo y el pobre le abrió todo su corazón y amó a aquel amigo tan bondadoso y sabio pero tan pobre como él. Finalmente, el Manú pensó: " Este hombre que vive permanentemente recluido en el sótano, cumpliendo de forma abnegada con su trabajo, con total aceptación de su destino y sin que una sola queja salga de sus labios, merece una gran recompensa. Le diré quién soy a ver qué presente me pide."
Le dijo pues: Crees que soy pobre, pero soy tu Manú, el Shah Babas, pídeme lo que quieras. El gobernante esperaba que le pidiera algo grande, pero el hombre se quedó sentado, inmóvil, petrificado, mirándolo con amor y asombro.
Entonces el Manú le dijo posando una mano sobre su hombro: ¿No entiendes? Te puedo hacer rico y noble, puedo poner una ciudad en tus manos, te puedo hacer un gran gobernador: ¿No tienes nada que pedir?
El hombre respondió amablemente: Sí, mi señor, he entendido. Más no entiendo cómo tu que gobiernas más de 3.000 por 10.000 mundos y varios soles, mandas sobre billones y trillones de seres y eres el encargado de crear un nuevo mundo para afrontar mejores tiempos, puedes haber salido de tu palacio y tu gloria para sentarte conmigo en este lóbrego cuchitril, comer mi tosca comida y preocuparte por si estoy feliz o apenado. Ni tú mismo me puedes dar nada más valioso. A otros les puedes otorgar ricos presentes, pero a mí me has dado a ti mismo; lo único que te puedo pedir es que nunca me quites este regalo de tu amistad y de tu amor".
La emoción que embargaba su espíritu enmudeció sus palabras y desde el fondo del corazón brotó un "gracias" e inclinándose en señal de respeto depositó a sus pies dos brillantes lagrimas (Autor Desconocido).

¿QUÉ PEDIMOS AL PEDIR EL BAUTISMO?

¿QUÉ DERECHOS ADQUIRIMOS AL RECIBIR EL BAUTISMO?

¿CUÁLES SON NUESTRAS OBLIGACIONES DE BAUTIZADOS?

Y VOS ¿QUÉ LE PEDIRÍAS A QUIEN SE DIGNÓ HACERSE UNO DE NOSOTROS PARA SIEMPRE?