PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 1 de febrero de 2014

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (Presentación del Señor T.O. "A")

ILUMINADOS POR JESÚS,
ILUMINEMOS NUESTRA VIDA Y LA DE LOS DEMÁS
(Lc 2, 22-40)


Jesucristo es la luz para nosotros y para todos los hombres. María y la Iglesia son los portadores de esa luz. En la raíz de los problemas y las luchas de los hombres está nuestro miedo a la muerte; buscamos nuestro interés y eso hace imposible el diálogo y la paz. Jesucristo, muriendo y resucitando, nos libera de este miedo y nos salva. La comunidad cristiana está llamada a ser un ámbito de libertad y de liberación  (GASPAR MORA, MISA DOMINICAL 1991, 2).
En el Evangelio de hoy se nos relata la "presentación del Señor en el templo". Esto era una prescripción que como judíos los padres debían cumplir a su debido momento. María y José llevan presentar a Jesús en el templo y reciben profecías. Dos ancianos, Simeón y Ana, profetizan sobre lo que será este niño. María y José escuchan en silencio y con suma atención lo que dicen de Jesús. Al terminar todo, se vuelven a su casa.

¿Qué podemos sacar de esta fiesta para nuestra vida y misión?

"Esta fiesta puede ayudarnos a descubrir que el misterio pascual está presente, en estado germinal si se quiere, en cada acto de la vida del Salvador. El misterio de la Encarnación no es sólo el Nacimiento, sino el devenir hombre constantemente y, por lo tanto, caminar hacia la muerte. Junto a Jesús está la figura de María. Se le anuncian unos dolores que deberá soportar al pie de la cruz. Pero ahora ya, aguanta paciente y activamente las estrecheces de los pobres, la incertidumbre del destino del hijo, la oscuridad de la fe... María será la co-redentora. No olvidemos presentar a la Virgen como la Madre del Siervo doliente, valoremos su misión, su vida... Retengamos de ella las lecciones necesarias para la fortaleza que mantiene en la fe y para vivir identificados con el Siervo de Dios" (JUAN GUITERAS, MISA DOMINICAL 1975, 3).

Pbro. José Casimiro Torres.