El seguimiento de
Jesucristo conlleva conversión permanente
Mt 4, 12-23
"A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: Conviértanse,
porque el Reino de los Cielos está cerca" (Mt 4,17). Entonces les dijo: «Síganme, y yo los haré
pescadores de hombres» (Mt 4, 19. 21).
El término "conversión" (metanoia)
es un concepto que sintetiza todo cuanto Jesús quiere del hombre, resume todo
lo que debe ocurrir en el hombre respecto al Reino que está cerca. En
definitiva significaría lo que Jesús exige, que según Mateo es el seguimiento.
Esta conversión es exigida por la llegada del Reino; tal cual como lo rezamos
en el Padre Nuestro. El llamado de Jesús a prepararse para la irrupción del
Reino fue dirigido a todos, pero muy pronto eligió un grupo de discípulos a los
cuales instruyó de una manera especial y con los cuales comenzó a formar la
comunidad que se llamó “Iglesia” (los llamados o convocados).
Decir “Reino de Dios” es lo mismo que expresar “Dios reina”. La historia de Jesús es la última intervención de Dios en la historia y, por esto, el Reino se hace presente en
El Reino de Dios ya está entre nosotros, su llegada se dio de parte de Jesús, ahora falta la respuesta mía y tuya; la respuesta, mía y tuya, es el seguimiento, nuestro discipulado es la conversión permanente e irrenunciable. El llamado a la conversión por la llegada del Reino, es un llamado que no tiene exigencias previas sino posteriores. Jesús no llama a los mejores. Viene a mi memoria aquella expresión que es más que un juego de palabras: Jesús no elige a capacitados sino que capacita a los elegidos.
Feliz domingo!!!