PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 31 de agosto de 2013

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (22 TO "C")

PRIVILEGIOS, VENERACIÓN Y DISTINCIONES
(Lc 14, 1.7-14)

Se relaciona con los primeros puestos a los privilegios, el ser tenidos en cuenta, venerados, saludados y distinguidos.

Pregun-tonta: ¿Esto está mal?

Creo que responderíamos que “no en todos los casos” o “no necesariamente”. Y sí, creo que es así. Si se busca el privilegio, el ser tenidos en cuenta, ser venerados, ser saludados y distinguidos por ese sólo hecho, no está bien.

Jesús nos dice en el evangelio de hoy: "No te sientes en el puesto principal... ¡siéntate en el último puesto!". La glorificación vendrá como don: "Amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien".
Aquí está el tema: los privilegios, la veneración y las distinciones son un don, una consecuencia de y no una meta que me propongo, quién sabe a qué precio y a quiénes sacrifico para lograrlo.

Te comparto algo que encontré por ahí para que apliquemos esta exhortación del Señor en tres niveles (PERE TENA: MISA DOMINICAL 1983, 16):
Un primer nivel es el ascético, e incluso el de la "buena educación", por así decirlo. Con el supuesto de que, para el creyente, el ascetismo es siempre referencia a la propia situación ante Dios. La humildad cristiana no es simple ejercicio de moderación y sencillez de buen gusto, sino que es asunción de esto valores como actitud ante Dios.
Un segundo nivel es el cristológico ¿Quién es el que ha ocupado de un modo más decisivo "el último puesto"? "Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango... se rebajó" (Flp 2, 6).

Un tercer nivel es el eclesiológico. Las precedencias y un protocolo exasperado pueden hacernos perder de vista realidades fundamentales de la vida eclesial. El puesto de cada uno en la Iglesia tiene que verse en función del Reino de Dios. 

Pbro. José Casimiro