¿DE QUÉ
DAMOS LAS GRACIAS A DIOS?
(Lc 17, 11-19)
La iglesia celebra una vez al año el
día de la acción de gracias. Pero no se puede limitar este gesto elemental a un
día determinado. En cada día y en cada momento hay motivos para dar gracias a
Dios, entre otros por el don de la vida y de la Fe.
Dar gracias es un rasgo fundamentalmente cristiano
y humano. La dialéctica humana funciona en términos de "doy para que me
des", pero la dialéctica divina se cambia por estos otros: "Me has
dado mucho y por eso te doy gracias". Dar gracias cuesta muy poco, pero si
sale del corazón es quizá la más noble expresión de un sentimiento humano.
El agradecimiento es a veces lo único que podemos
dar. Si es sincero, eso basta. Quien da otras cosas sin agradecimiento, hará
intercambio o comercio. El que no es agradecido es sumamente pobre. ¿Qué tiene
en realidad? Quien no da gracias a Dios es porque en el fondo piensa que no le
debe nada. Pero a Dios se le debe todo, quizá sin saberlo.
Un rabino daba
gracias a Dios "por todo". -"¡Pero si no tienes
nada!", le replicó otro que le oía. A lo que respondió: "Yo
necesitaba precisamente la pobreza y Dios me la ha dado".