PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

domingo, 6 de marzo de 2011

EL GUION PARA LA MISA

Misa del Dgo. 9° Durante el Año– Ciclo A


1- Entrada: Queridos amigos: Quizá muchas veces ponemos nuestras seguridades y entregamos nuestra total confianza en situaciones, personas, realidades que después nos defraudan, dejándonos tristeza y decepción. Hoy Jesús, que vuelve a convocarnos, nos enseñará claramente cuál debe ser nuestro cimiento.

Comencemos la celebración eucarística con toda alegría, cantando.

2- Liturgia de la Palabra: El ser amigo del Señor no es sólo proclamar que lo somos, sino llevar grabadas en nosotros sus enseñanzas y su Ley, haciéndolas vida y reflejándolas en nuestra vida de todos los días. Escuchemos la liturgia de la palabra de este 9no. Domingo.

3- Oración de los fieles: Respondemos: “Ayúdanos a cimentar nuestra vida en Vos”.

Por la Iglesia, a quien confiaste la custodia y la enseñanza de tu Ley y tu Palabra. Oremos

Por todos los cristianos, para que la proximidad de la Cuaresma renueve nuestra fe y reavive nuestra caridad. Oremos

Por los hermanos de aquellos países que necesitan con urgencia el don de la paz basado en la justicia. Oremos

Por nuestra Argentina, para que en este Año de la Vida, proclamado por nuestros Obispos, sepamos valorar y cuidar ese inmenso regalo. Oremos

Por quienes no encuentran el sentido de su vida y viven tristes, para que no se apoyen en arenas inseguras. Oremos

Por nosotros y todos los jóvenes que poco a poco van reiniciando sus estudios. Oremos

4- Ofrendas: Acompañemos la presentación del pan y el vino con nuestros esfuerzos por ser verdaderos cristianos, no sólo de nombre sino de corazón.

5- Comunión: Para que nuestro seguimiento de Jesús sea auténtico y no se quede en algo superficial, ocasional o débil, necesitamos que Él mismo nos de fortaleza. Vayamos a su mesa, porque al recibir su Cuerpo encontraremos esa ayuda que no falla.

6- Salida: Hermanos: nuestra esperanza es segura, porque sabemos que si ponemos nuestra confianza en Jesús no estamos construyendo sobre arena, sino en roca firme. Al retirarnos pidamos a nuestra Madre, María, nos ayude toda la vida a no equivocar el camino.

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (9° TO "A")

UNAS PALABRAS MUY DURAS DE JESUS
(Mt 7, 21 27)


Jesús es un gran maestro, una gran pedadogo de las cosas del cielo. Esto lo testimonia en el Evangelio de hoy, con aquello de la casa sobre la roca, la casa sobre la arena. Una vez, una sola vez que uno haya oído esa comparación, y en la mente y en la imaginación como que se forma ese contraste entre estos dos casos, entre estos dos edificios, el uno en ruinas, el otro firme levantado sobre sus cimientos. La casa sobre arena, la casa sobre roca es un contraste fuerte, es un contraste que, precisamente, por ser tan grande, queda grabado en la imaginación y puede transmitirse a otras personas.

En esta comparación Cristo está ganando nuestra inteligencia, pero ¿qué es lo que nos quiere decir? Y yo les confieso que no fue hace mucho tiempo que empecé a meditar con cierta seriedad, con cierto rigor si quieren, en esta parábola, en esta comparación, porque por lo menos mi experiencia ha sido que esto de la casa sobre la roca y la casa sobre la arena es uno de esos casos en los que uno cree que entiende y de pronto no está entendiendo. Es decir, uno sabe qué le pasa a una casa sobre la roca en contraste con lo que le pasa a la casa sobre la arena, y uno sabe que ese viento impetuoso, esa lluvia torrencial, que ese huracán que azota a ambas casas corresponde o a las tentaciones o a las persecuciones, o, en general, a las dificultades que trae el seguir mensaje de Jesús. Esa parte uno la entiende. Pero el detalle está en esta fracesita que dice Jesús: “El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a lo que está edificado sobre roca” San Mateo 7,24. Dicho de otro modo planteemos la pregunta: ¿Qué es estar sobre roca? Y yo creo que la primera respuesta que a uno se le ocurriría es, tener una fe firme o tener unas convicciones claras o saber bien la enseñanza de nuestra fe, es decir, la doctrina. Pero Jesús no dice: “El que entiende bien estas palabras”, eso no es lo que dice Jesús; Jesús no dice: “El que se sabe bien estas palabras o el que recuerda bien estas palabras”, y esto indica que la firmeza no viene simplemente de saberse las palabras de Jesús. Estar sobre la roca no es equivalente a entender muy bien las palabras de Jesús o recordarlas muy bien o poderlas explicar, lo único que da firmeza en las dificultades es haber puesto en práctica las palabras de Jesús, es eso lo que da firmeza; y por eso digo que no es obvio porque uno suele pensar que la persona que está sobre roca, es la persona que tiene ideas claras, es la que tiene sus convicciones en su sitio. Pero lo que Jesús nos dice aquí es mucho mas práctico. Precisamente, de lo que se trata, es poner en práctica, por eso digo que se trata de algo práctico, hay que poner en práctica la palabra de Jesús y poner en práctica la palabra de Jesús ¿qué es? Es haber experimentado en uno mismo que esa palabra se cumple.

Y la tentación que uno puede tener es: convertir todo eso en palabras que uno recuerda o palabras que uno entiende o más o menos entiende; eso no da firmeza, la firmeza viene de tomar esto que dice Jesús, por ejemplo, de amar al enemigo y ponerlo en práctica.

Hermanos, hay que ir poniendo en práctica las palabras de Cristo, y yo pongo ese presente continuo: poniendo en practica, ir poniendo en práctica, porque soy plenamente consciente de lo que muchas veces nos dice la Biblia, a saber: quien no empieza en lo imperfecto y que sólo poco a poco se va dirigiendo hacia lo más perfecto. Pues eso vale aquí. Uno tiene que empezar poniendo en práctica todo lo que puede poner en práctica, y ahí va adquiriendo nueva firmeza que le permite poner en práctica otras cosas, y así sucesivamente. Es un proceso que se retroalimenta y que cada vez le da más firmeza al alma cristiana. Hay que ir al camino, hay que seguir el camino de la vida y hay que seguir poniendo en práctica.
Sigamos adelante en nuestro camino con esta resolución específica: “Hoy pondré en práctica algo de la enseñanza de Cristo, y eso va construyendo, va edificando dentro de mí la casa que nadie puede destruir". Amén.