PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 16 de abril de 2016

UNA LECTURA ORANTE CON EL EVANGELIO DEL DOMINGO 4° DE PASCUA "C"


Jn 10, 27-30

Los versículos del Evangelio que hoy nos toca meditar y orar es breve; son cuatro versículos del capítulo 10. Si está distraído, ni bien quieras atender ya se lo habrá terminado de proclamar.
Hoy, en toda la Iglesia, celebramos el “Domingo del Buen Pastor”. Es un domingo para reconocernos todos “ovejas de un solo Pastor”. En este domingo, desde hace ya más de cincuenta años se viene orando por las vocaciones de especial consagración, por ejemplo sacerdotes y consagrados en la vida religiosa; o sea “los curas, las monjas y los monjes” como popularmente decimos.

Invocación
Hagamos juntos esta oración, invocando la ayuda al Espíritu Santo, para que esto que nos proponemos, llegue a ser semilla de nueva evangelización en nuestras vidas.
Ven, Espíritu Santo, ilumina mi mente, abre mi corazón, toma mis manos, para que comprenda el mensaje de la Palabra, para que sienta la profundidad del amor divino, para que camine abriendo mis manos a los que necesitan curación y misericordia.
Ven, Espíritu Santo, aumenta mi fe en el Dios que ama a todos, santos y pecadores; dame el amor que abraza a todos los hombres y mujeres del mundo entero; afianza mi esperanza en medio de mis debilidades, limitaciones e incapacidades.
Ven, Espíritu Santo, yo solo sé que no puedo hacer nada; acompáñame, guíame, llévame, para que pueda llegar al abrazo del Padre, para que pueda seguir las Palabras y enseñanzas del Hijo, para que pueda caminar con los demás, con amor, fe y misericordia, con la fuerza, la luz y la ternura que vienen solo de Dios. Amén… amén… amén.

Proclamación
Proclamemos el Evangelio para este domingo: S. Jn 10, 27-30.

27 Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. 28 Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará. 29 Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. 30 El Padre y yo somos uno solo.

Palabra del Señor.

Qué me dice Jesús en el Evangelio
¿Qué dice el texto? Le comparto unas preguntas y consideraciones sobre el texto de la página de lectionautas.com
Algunas preguntas para una lectura atenta ¿Quiénes reconocen la voz de Jesús? ¿A quiénes conoce Jesús? ¿Quién les da la vida eterna? ¿Quién puede quitarles lo que el Padre les ha dado? ¿Quiénes son uno solo?
Jesús se presenta como Buen Pastor que da su vida por las ovejas (v. 11.14). Podemos distinguir en el texto tres personajes, las ovejas, Jesús mismo y el Padre. Al principio se muestra la relación de Jesús con sus ovejas y luego se pasa a la relación de Jesús con el Padre. El texto comienza retomando, en parte, lo que ya había dicho antes: las ovejas reconocen la voz del pastor (10,3.4) él las conoce (10,14) y ellas lo siguen (10,4). El hecho de que Jesús se presente como pastor, como Buen Pastor, indica que Él no se entiende a sí mismo sin las ovejas. No hay un pastor que no tenga ovejas. Es tal la relación que Jesús establece con nosotros, que él mismo no se entiende sin nosotros. Así como no hay un padre que no tenga un hijo, tampoco hay un pastor sin ovejas. Estas palabras de Jesús están en un contexto polémico. Los judíos no creían en Jesús, por eso él les dice: “ustedes no creen, porque no son de mis ovejas” (v.26). Lo que distingue a las ovejas de Jesús es que escuchan su voz y lo siguen (v.27). Hay que tomar en cuenta que en el lenguaje bíblico, “escuchar” es casi un sinónimo de “obedecer”, escuchan de verdad quienes obedecen, por eso Jesús habla de escuchar y luego de seguir. Además de describir a las ovejas, que lo escuchan y siguen, Jesús dice qué es lo que él hace: “las conozco”, “les doy la vida eterna” y las protege de tal manera que “nadie me las quitará”. El v. 29 puede traducirse de varias maneras, es posible que el sentido sea que “el Padre, que me las dio, es más grande que todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre”. En el contexto polémico en que está el texto, Jesús hace referencia al “más grande” Dios, que no solo es su Padre, sino que también es quien protege a las ovejas de Jesús y nadie puede arrebatarlas. Finalmente Jesús hace una de las afirmaciones más fuertes de su relación con su Padre: “El Padre y yo somos uno solo” (v. 30). El que estaba en el principio con Dios (1,1) tiene una comunión tan íntima con él, (1,18, literalmente dice “está en su seno”) que puede afirmar que su Padre y él son uno. Esa es la unidad que también pedirá para sus discípulos: “como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (17,21).

Qué me dice Jesús en el Evangelio
¿Qué me dice el Evangelio de hoy?
Somos su pueblo y ovejas de su rebaño, hemos contestado en el salmo. Jesús es el único Pastor y aunque en la Iglesia haya pastores (Papa, Obispos y Sacerdotes) sin embargo ellos escuchar-obedecen al Buen Pastor, Jesús. Cuando vamos a misa, a catequesis, a algún retiro o jornada espiritual, lo que más hacemos es “escuchar” y ello nos lleva a obedecer. Es siempre edificante recordar que la palabra obedecer significa prestar atención, o sea oír, escuchar. La mayoría de nosotros somos un poco rebeldes a la hora de escuchar y obedecer. A veces pensamos que obedecer es sinónimo del que no piensa, razona o que es esclavo, poco libre para ser auténtico. Jesús nos dio el ejemplo: Él vino, no para hacer su voluntad sino la de su Padre. Así, cada uno de nosotros, debemos superar esa rebeldía, soberbia y orgullo nuestro que nos conduce a nada, a la vanidad, a la autosuficiencia, al creernos más que los demás, a tener aires de superioridad.
Jesús, el Buen Pastor, nos conoce y nos llama a seguirlo. Los caminos para seguir al Buen Pastor son variados pero complementarios y nacen en el seno de la comunidad cristiana. Nadie es llamado para ser puesto por encima de los demás o para servirse de los demás. El Papa nos dice algo muy cierto y que hemos de pensarlo mucho quienes hemos escuchado la voz del Buen Pastor y estamos en su seguimiento: Nadie es llamado exclusivamente para una región, ni para un grupo o movimiento eclesial, sino al servicio de la Iglesia y del mundo. Un signo claro de la autenticidad de un carisma es su eclesialidad, su capacidad para integrarse armónicamente en la vida del santo Pueblo fiel de Dios para el bien de todos. 
Que el Evangelio de hoy nos cuestione y nos lleve a escuchar más y a obedecer sin rencor y/o por conveniencia.
¿En qué ocasiones he escuchado la voz de Jesús? ¿He sentido que Jesús me conoce y me ayuda a crecer a través de los obispos y sacerdotes? ¿Cómo concibo la presencia del Padre, que es uno sólo con Jesús? ¿Alguna vez he sentido deseo de seguir a Cristo en la vida consagrada o el sacerdocio? ¿Lo he hablado con alguien?

Qué le respondemos a Jesús
¿Qué le decimos a Jesús? ¿Qué respuesta damos a la Palabra del Señor en este domingo?
Para ir cerrando este comentario y oración con el Evangelio de este domingo 4° de Pascua del ciclo C, te invito a que hagamos esta oración para esta Jornada Mundial de oración por las vocaciones:
Padre de misericordia, que has entregado a tu Hijo por nuestra salvación y nos sostienes continuamente con los dones de tu Espíritu, concédenos comunidades cristianas vivas, fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización. Sostenlas en el empeño de proponer a los jóvenes una adecuada catequesis vocacional y caminos de especial consagración. Dales sabiduría para el necesario discernimiento de las vocaciones de modo que en todo brille la grandeza de tu amor misericordioso. Que María, Madre y educadora de Jesús, interceda por cada una de las comunidades cristianas, para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo, sean fuente de auténticas vocaciones al servicio del pueblo santo de Dios.
Durante la oración diaria de la semana, pediré a Dios por los obispos, sacerdotes y religiosos que están en situaciones difíciles de persecución o enfermedad.
Gracias, amigo y amiga por este momento compartido. Ojalá el próximo domingo nos demos una vez más este tiempo para orar, reflexionar y comentar con el Evangelio del Domingo. Te saludo con afecto y recuerdo en la oración. Hasta otro momento y Dios nos bendiga.

http://www.lectionautas.com/site/files/lectio/Lectio_Semanal.pdf