PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 25 de enero de 2014

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (3º TO "A")

LLAMADOS... POR QUÉ Y PARA QUÉ
(Mt 4, 12-23)


Jesús continúa su misión desde que recibió el bautismo. En este caso por Galilea haciendo el llamado a la conversión y a seguirlo. Su predicación y llamado se resumen en "Conviértanse, porque el Reino de Dios está cerca".
Jesús hace el llamado a sus primeros discípulos. Los llama en sus respectivos trabajos. Tanto los primeros como los segundos son "llamados" en un momento de gran ocupación; esto tiene una enseñanza para nosotros: Jesús viene a nosotros y a nuestra realidad cotidiana; Él llama y cambia el oficio: los haré pescadores de hombres.

Este llamado que Jesús hace a hombres y mujeres en lo cotidiano de sus responsabilidades, no nos debe hacer olvidar el llamado primero y principal: El llamado universal a la santidad.

Es “la llamada universal a la santidad, que como tal concierne a todos los cristianos (cf. Const. Lumen gentium, 39-42)”. Digo que no nos debemos olvidar de este llamado primero y principal, porque corremos el grave riesgo de dar más importancia al "hacer" que al "ser". No debe haber extremos sino equilibrio de los extremos.

Este llamado a la santidad tiene su razón de ser en las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca".

¿Por qué y para qué nos llama Jesús?

La conversión nace como respuesta a esa Buena Noticia que debería ensancharnos el corazón: en Jesús ha aparecido, en toda su profundidad, el amor increíble y sorprendente de Dios al hombre, a cada uno de los hombres; el amor de Dios a todos nosotros, a cada uno de nosotros. 
Este es el acontecimiento que tengo que aceptar, del que tengo que fiarme, y por el que tengo que conducir toda mi vida. 
Esto es convertirse. No significa necesariamente que seamos grandes pecadores y debamos hacer penitencia. Significa que debemos tomar en serio a Jesús en nuestra vida, que debemos acoger sinceramente su evangelio y lo vayamos asimilando en las actitudes fundamentales de la vida. 
Plantearse la conversión cristiana es preguntarse si uno ha elegido alguna vez definitivamente a Jesucristo (
http://mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/03A/marco_do_03a.htm)

Entonces, somos llamados por que somos amados y para vivir en el Amor que nos santifica.

Pbro. José Casimiro Torres.