UN LLAMADO ABIERTO, LIBRE Y VOLUNTARIO, PERO
EXIGENTE, VIGILANTE Y FIEL
(Lc 14, 25-33)
Lucas sitúa las palabras de Jesús en el mismo corazón de la marcha; parece recordar aún la afirmación hecha al principio de la sección del camino: "Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén" (Lc 9. 51). Jesús sigue caminando al frente de la multitud y sabiendo qué ocurre a "mucha gente". Por eso "se volvió" y les habla... Él no es simplemente uno más, que va delante únicamente, como podría ir otro. Él es quien marca el camino, quien sabe a dónde va y cómo se va al término... Él condiciona totalmente el sentido de lo que hacen los que con él caminan. Él, no sólo camina, sino que ¡es EL CAMINO! Las parábolas que acompañan a la exhortación de Jesús quieren explicar únicamente la actitud que corresponde a los seguidores: hay que ser realista, y acomodar los medios al fin. Si es cierto que uno quiere ser discípulo de Jesús, tiene que ser consecuente y aceptar todas las condiciones. No se puede flirtear al mismo tiempo con diversos valores contradictorios... (PERE TENA, MISA DOMINICAL 1983/16-23)
Nosotros, normalmente, cuando vamos de camino solemos levantar la mirada y decimos: "Uf, cuánto nos queda todavía". Aquí nos entra un poco de desánimo. En otro caso, nos encomiendan un trabajo y en cuanto lo repensamos decimos: "Ay, no sé si podré cumplir...". Esto es normal.
Nuestra negatividad e hipocresía: qué mal y cuánto mal hace el que seamos negativos y pesimistas o el que digamos "sí" y luego no cumplamos y nos excusemos fácilmente (me refiero a todos los ámbitos y niveles).
Hoy el matrimonio, la vocación sacerdotal y religiosa parecen estarse considerando como algo a "corto plazo" o por unos años (con enfermizas especulaciones). Esta es una clara manifestación que no hay "rectitud de intención". ¿Por qué hay tantos novios que conviven y no quieren recibir el Sacramento del Matrimonio? ¿Por qué hay pocas vocaciones y escándalos en sacerdotes y religiosos/as?
Abierto, libre y voluntario no quiere decir de cualquier manera y libre para hacer lo que se me antoje.
Exigente, vigilante y fiel quiere decir que cada día nos damos cuenta que aún nos falta mucho por crecer en fe, esperanza y amor; quiere decir permanecer abierto a la Gracia para que nos fortalezca ante los desalientos, tentaciones y confusiones; y fiel no quiere decir perfecto, intachable y juez de los infieles.
Señor, que seamos conscientes de nuestra fragilidad y enormemente confiados en tu ayuda.
Pbro. José Casimiro
