PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 9 de noviembre de 2013

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (32 TO "C")

¿CREES EN LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS?
(Lc 20, 27-38)

Trataré de responderme a mí mismo esta pregunta que hice, aunque de un modo indirecto.

Si creo en la resurrección de los muertos, creo en mi propia resurrección. ¿Por qué? Porque algún día moriré.
Si creo en la resurrección de los muertos, quiere decir que tengo la certeza de la victoria sobre la muerte y esto me lleva a vivir la vida con un significado y vigor incomparables.
Si creo en la resurrección de los muertos, estaré dispuesto a sacrificarlo todo por ella (por mi resurrección).
Si creo en la resurrección de los muertos, todos mis proyectos, trabajos y anhelos tienen una dirección y una meta.
Si creo en la resurrección de los muertos, no puede pasar un domingo sin que la celebre y alabe en la Santa Misa dominical. No puedo llamarme cristiano sin santificar el domingo.

El comentario del Evangelio de hoy lo hago en el sentido de revalorizar el Domingo como el "Día de la Resurrección del Señor" y de nuestra resurrección.

Me pregunto ¿por qué hay muchas personas que no van a misa el domingo? Y no solo niños, adolescentes y jóvenes, sino hasta adultos. Hay muchas respuestas que en realidad, si hacemos honor a la verdad, no son más que excusas, viejas y gastadas excusas. La respuesta más bien ¿no será porque en vez de cristianizar el mundo, estamos mundanizando el cristianismo? En este caso quiero decir que nuestra esperanza de la vida eterna es demasiado pasiva al punto que se va diluyendo, se está "licuando la fe" (Papa Francisco).
El domingo es el "Día del Señor" resucitado y glorioso que nos resucitará y hará partícipes de su gloria. Qué hermosa es la expresión del San Alberto Hurtado y que nosotros podríamos hacerla nuestra: "Mi misa es mi vida y mi vida una misa prolongada".

Por tanto, no te tomes a la ligera la pregunta ¿crees en la resurrección de los muertos? Y por eso mismo no digas, ¡claro que creo! Parece que muchos cristianos repiten que Jesús resucitó y pocos los creen.

Hermanos, hagamos de la Misa el centro de nuestra vida. Nos preparemos a ella con una vida interior, con sacrificios, que serán hostia de ofrecimiento; la continuemos durante el día dejándonos partir y dándonos... en unión con Cristo. Y así ¡Mi Misa será mi vida, y mi vida será una Misa prolongada!

Pbro. José Casimiro Torres