SEÑOR, ENSÉÑANOS
Lc 11, 1-13
Hoy como ayer hay que seguir haciendo a
Jesús la misma petición: enséñanos a orar. Porque hoy como ayer no sabemos
probablemente hacerlo. Y no porque desconozcamos el modelo de oración, siempre
nuevo y fascinante, sino porque somos indómitamente interesados en nuestra
oración.
Hoy es buen día para aprender a orar. Quizá podríamos
hacer una experiencia interesante. Esta: haciendo un alto en nuestra costumbre,
decir pausadamente el Padrenuestro, pensar en lo que decimos, detenernos en cada
una de sus peticiones, saborear sus frases e intentar que esta experiencia nos
impida, en lo sucesivo, repetirlo como si fuéramos cotorras.
Pbro. José Casimiro
(Adaptacion desde: http://mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/17C/marco_do_17c.htm)