PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 22 de enero de 2011

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (3° TO "A")

Y AL INSTANTE LO SIGUIERON
El episodio se ubica a las orillas del lago, por donde Jesús caminaba y donde los hombres estaban entregados a su trabajo. La llamada de Dios nos llega en nuestro entorno corriente, en nuestro puesto de trabajo. Ningún escenario "sagrado" para la llamada de los primeros discípulos; simplemente el paisaje del lago y el fondo de las duras tareas cotidianas. Nos encontramos con dos relatos paralelos; primero, la llamada de Pedro y Andrés, y, luego ("yendo más adelante"), la llamada de Santiago y de Juan. La repetición le permite al evangelista insistir en lo que le interesa. (...). Pero los rasgos esenciales -y que definen cabalmente la figura del discípulo (el resto del evangelio no hará otra cosa que precisarla)- son cuatro.


Primero: carácter central de Jesús. La iniciativa es suya (vio, les dijo, los llamó); no es el hombre el que se constituye a sí mismo discípulo, sino Jesús quien transforma al hombre en discípulo. Además: el discípulo no es llamado para asimilar una doctrina, ni siquiera ante todo para vivir un proyecto de existencia, sino para solidarizarse con un persona ("seguidme").En primer plano está la adhesión a la persona de Jesús. Tan es así, que el discípulo evangélico no inicia un aprendizaje para convertirse a su vez en maestro; permanece siempre discípulo, y el Maestro es uno solo.
Segundo: el seguimiento de Jesús exige un profundo desprendimiento. La llamada de Pedro y Andrés y la llamada de Santiago y Juan están construidas siguiendo la misma estructura y con un vocabulario sustancialmente idéntico. Existe, sin embargo, una diferencia no despreciable; en el primer relato se dice que dejaron "las redes"; en el segundo, que dejaron "la barca y al padre". Tenemos, pues, un crescendo: desde el oficio a la familia. El oficio representa la seguridad y la identidad social; el padre representa las raíces de uno.

Tercero: el seguimiento es un camino. Partiendo de la llamada de Jesús, se expresa en dos movimientos (dejar y seguir), que indican un desplazamiento del centro de la vida. La llamada de Jesús no instala en un estado, sino en un camino.
Cuarto: el seguimiento es misión. Dos son las coordenadas del discipulado: la comunión con Cristo ("seguidme") y una carrera hacia el mundo ("os haré pescadores de hombres"). La segunda nace de la primera. Jesús no coloca a sus discípulos en un espacio separado y sectario; los envía por los caminos de los hombres.

Fuente: BRUNO MAGGIONI/ EL RELATO DE MATEO. EDIC. PAULINAS/MADRID 1982.Pág. 48

Preguntas para la meditación


¿Cuáles son las prisiones que tengo yo en mi vida? ¿las cosas que me impiden vivir en libertad? Jesús llega a las regiones para cumplir las profecías. ¿He dejado que le luz de Cristo me ilumine? ¿Qué significa hoy volverse a Dios? ¿Mi conversión es clara ante los demás? ¿Las otras personas descubren que yo sí estoy verdaderamente en el camino del Señor? ¿cómo lo descubren? ¿Anuncio la Buena noticia de Jesús? O ¿soy tímido en este anuncio? ¿Cómo me llama a mí Jesús hoy? Los discípulos dejaron sus redes y su familia para seguir a Jesús: ¿Cuáles son las cosas que me impiden hoy seguir a Jesús? ¿cómo puedo superar esto? ¿A qué misión me llama hoy Jesús a mí? ¿Me dispongo a dejar todo por Jesús?

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