PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE

PARROQUIA DE COLALAO DEL VALLE
Casa y Templo parroquial Ntra. Sra. del Rosario

sábado, 19 de marzo de 2011

GUIA DE MISA Y APORTE PARA SU CELEBRANTE (2° CUARESMA "A")

Domingo 2º de Cuaresma-ciclo A
(Guía y aportes para el celebrante)

 
INTRODUCCION: Hermanos y hermanas, toda la vida cristiana es una Cuaresma. Atravesar el desierto de las dificultades y tentaciones no es sencillo. La semana pasada veíamos, en las tentaciones de Jesús, las pruebas a las que están sometidas nuestra fe y nuestras convicciones.
En este 2° domingo de Cuaresma, la liturgia nos presenta el ejemplo de Abraham y de Pablo, y nos muestra además por la transfiguración de Jesús, la meta gloriosa que espera a todos los que lo escuchan.
Nos ponemos de pie. Recibimos al padre que, en nombre de Cristo, presidirá nuestra Eucaristía, y, uniendo nuestros corazones y nuestras voces, cantamos.
 
SALUDO INICIAL: “Señor, ¡qué bien que estamos aquí!”, oiremos exclamar a Pedro.
Hermanos: Hoy la liturgia nos muestra el final del camino: la gloria de Jesús, que será nuestra propia gloria.
El amor del Padre y la fuerza del Espíritu Santo, que nos llama a escuchar a Jesús para compartir su gloria, estén con todos ustedes.
 
ACTO PENITENCIAL: Los ojos del Señor están fijos sobre los que esperan en su misericordia. Por eso, abramos nuestro corazón a su perdón.
–Tú nos salvaste. Cuando nuestra fe no es pronta y generosa./Señor, ten piedad.
–Tú has destruido la muerte. Cuando no compartimos los trabajos por el Evangelio./ Cristo, ten piedad.
– Tú eres Hijo amado del Padre. Cuando no te escuchamos con fe y alegría./ Señor, ten piedad.

LITURGIA DE LA PALABRA: Primera lectura (Gn 12, 1-4a): Dios llama a Abraham para una misión que él acepta con fe.

Salmo (Sal 32,4-5.18-20.22): En respuesta al llamado del Señor, el salmista alaba a Dios porque siempre es fiel a su palabra. Participamos de esta oración aclamando: Señor, que descienda tu amor sobre nosotros.
 
Segunda lectura (2Tim 1, 8b-10): San Pablo nos exhorta a compartir los trabajos del Evangelio apoyados en la fortaleza de Dios.
 
Evangelio (Mt 17, 1-9): Jesús muestra en su persona la gloria final a la que todos estamos llamados.
 
CREDO: Proclamemos nuestra fe en el misterio de Cristo, enviado del Padre para salvarnos. Creo...
 
ORACION DE LOS FIELES (celebrante): Llamados a escuchar a Jesús y a participar de su gloria, compartamos también su oración por todos los hombres.
 
GUÍA: A cada intención pedimos: “Ayúdanos, Señor, a escucharte y seguirte.”

  • Para que la Iglesia de América siga afrontando los sufrimientos que exige predicar el Evangelio. Oremos.
  • Para que todos los que se esfuerzan en transfigurar este mundo según el proyecto de Dios confíen en su fortaleza. Oremos.
  • Para que los que viven sin esperanza descubran en la vida de los creyentes el verdadero rostro de Dios. Oremos.
  • Para que todos nosotros, con fe y esmero, compartamos los trabajos por la extensión del Evangelio. Oremos.
CELEBRANTE: Padre bondadoso: ya que tu Hijo destruyó la muerte e hizo brillar la vida incorruptible, cúbrenos con tu misericordia, conforme a la esperanza que tenemos en ti. Te lo pedimos...
 
OFRENDAS: Cristo, muerto y resucitado para nuestra salvación, es nuestra gran ofrenda al Padre. Incorporados a él, con atento silencio, unimos nuestra vida a los dones que el celebrante ofrece al Padre en nombre de todos.
 
PREFACIO (Propio): Hermanos: bendigamos a Dios y démosle gracias porque Jesús transformará nuestros cuerpos haciéndolos semejantes a su cuerpo glorioso. Con entusiasmo nos unimos al celebrante, ya que la transfiguración de Jesús da sentido a nuestra esperanza.
 
PADRENUESTRO: Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos como el Señor nos enseñó: Padre nuestro...
 
CORDERO DE DIOS: “El que come mi cuerpo y bebe mi sangre habita en mí y yo en él”, dice el Señor. Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la Cena del Señor.
 
COMUNION: Hermanos: Recibiendo el Cuerpo y la Sangre de Cristo, renovamos nuestra fuerza para seguir peregrinando por esta Cuaresma. Con alegría, vayamos al encuentro del Señor, que viene en la Eucaristía.
 
(Avisos parroquiales)
 
BENDICIÓN: La Misa ha terminado. Nuestra misión comienza. Hermanos: La misión hoy es ser modelo de fe, como Abraham, y de entrega al Evangelio, como Pablo. Es el camino para alcanzar la gloria.
 
El Señor esté con ustedes.
Asiste a tu pueblo, Señor, para que busque tu rostro y, comprometiéndose con el Evangelio, pueda gozar de la visión de tu gloria. 
Y que la bendición de Dios...
 
DESPEDIDA: Queridos amigos: Fortalecidos con la esperanza de nuestra gloria futura, nos retiramos cantando.

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (2° CUARESMA "A")

NECESITAMOS DE SU TRANSFIGURACION
(Mt 17, 1-9)

Estimados amigos y amigas: La Cuaresma es un tiempo para aflojar y para ablandar el corazón. La pregunta que entonces nos hacemos es: ¿por qué dentro de este tiempo hemos escuchado esta lectura en particular de la transfiguración del Señor? Tiene su relación con la primera lectura del libro del Génesis. Allá se nos ha hablado de cómo Abraham emprende un camino hacia la tierra que Dios le va a mostrar. Y ese es en realidad el sentido de la Cuaresma. Se trata de emprender un camino, se trata de comenzar algo, se trata de que algo empiece en nuestra vida. Pero al mismo tiempo dentro de ese camino hay una parada muy especial, hay una posada, una enramada especial, y es aquella en la que compartimos con intimidad y con gozo el misterio de la luz que hay en Jesucristo. Es decir, el camino de la Cuaresma no es un camino a ciegas, no es el puro esfuerzo nuestro por cambiar, sino es un camino que se alumbra con la luz de Cristo, y es un camino que conduce hacia la plenitud de la luz que hay en la Pascua de Jesucristo (por eso mismo no es nada recomendable sumirse en el dolor y angustia de mirar nuestra debilidad, pobresa y miseria personal).

El sentido entonces de esta celebración, el sentido de esta transfiguración de Jesús, es que nosotros tengamos luz para nuestro propio camino y que sepamos a qué clase de vida hemos sido llamados. Fíjese cómo termina diciendo el santo evangelio: "Les ordenó Jesús que no contaran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos" (San Mateo 17,9). Porque la luz de la transfiguración sólo se entiende plenamente con la luz de la Pascua, y así también nosotros oímos de la transfiguración en la Cuaresma, para recibir claridad sobre la transfiguración y sobre quién es Cristo allá en la Pascua.

¿Por qué quiso Cristo manifestar por un instante el brillo de su divinidad y de su majestad a estos discípulos escogidos? De acuerdo con los santos doctores y predicadores de la Iglesia, el motivo principal de la transfiguración, fue que Cristo quiso que, sostenidos por esa luz, sostenidos por ese momento místico y excepcional, pudieran sobrellevar el escándalo, el dolor, la contradicción, la Cruz.

A veces a uno le cuesta trabajo predicar a Jesucristo. ¿A quién estamos anunciando? A un hombre al que todo le salió mal, por lo visto. Porque los Apóstoles lo dejaron tirado, plata no hizo, no alcanzó a levantar ninguna empresa, no tuvo familia, lo apresaron y en un proceso inicuo, lo condenaron. Luego cuelgan a ese Señor de un madero, y se dice que ese es el Salvador de la humanidad. ¡Caramba! Se necesita fe, se necesita gracia de Dios para creer que salvación es eso: dejarse matar así, hacerse en cierto modo víctima de las injusticias, recibir esas injusticias en su propio cuerpo y morirse de eso. ¿Esa es la salvación? Si nosotros después de la predicación de los Apóstoles y después de la efusión del Espíritu Santo, nos seguimos preguntando a veces estas cosas, imaginémonos hasta dónde podían llegar las dudas en quienes le habían visto padecer, morir y ser vencido así como aparece en la Cruz.

Por eso la transfiguración es como un mensaje, como un adelanto de la Pascua, es como un aperitivo de la Pascua, es como un contarnos por adelantado: "Mira, no todo lo que brilla es oro"; o más bien en esta vez al contrario: "Hay cosas que poco brillan pero que valen demasiado". Y yo creo que nosotros cristianos, tenemos muchísimo que aprender en la Cuaresma y para toda nuestra vida de este misterio de la transfiguración de Jesús.

sábado, 12 de marzo de 2011

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (1° CUARESMA "A")

FUIMOS, SOMOS Y SEREMOS TENTADOS
(Mt 4, 1-11)

Las tres palabras claves en las lecturas de hoy:
Pecado... Tentación y ley.

Cada uno de nosotros experimenta la tentación de un modo distinto y es muy interesante el ejercicio de conocerse a uno mismo, porque casi todos, yo creo que todos tenemos alguna forma de tentación dominante, puede ser la ira en alguna persona, puede ser el orgullo, la vanidad, o la pereza, la lujuria o la mentira. Y es muy importante conocerse uno mismo y es importante conocer cuáles son las tentaciones que tienen más fuerza en uno, porque esa es la clase de cosas que le pueden arruinar a uno la vida.
 
Hagamos ahora el siguiente ejercicio: imagínate que de pronto alguna forma de pecado esté destruyendo las amistades, esté alejando a la gente de ti, entonces ese pecado repetido en realidad es como un enemigo que está conviviendo contigo, algo que está despedazando tu existencia y si tu no lo conoces, si tu ni siquiera sabes que es lo que te está aislando de la gente, seguramente no puedes vencerlo, y a veces pasa que la última persona en enterarse de los problemas es uno mismo.

Muchos de nosotros somos perezosos y convivir con un perezoso es aburrido; porque no hace las tareas de la casa, entonces quien las va a hacer ¿va a poner a la mujer de esclava? ¿o va a poner al hombre de esclavo o que van a hacer? Ese es el problema de ser perezoso o mentiroso, también es el problema de ser vengativo y todos esos son defectos, vicios que uno muchas veces no conoce y que uno se acostumbra a justificar.

La Biblia en cambio toma un enfoque diferente, la Biblia dice que no es buena idea justificar uno los defectos sino que es mucho mejor conocerlos y es mucho mejor atacarlos de raíz. La Biblia también dice que hay un personaje misterioso, un personaje oscuro que se llama el demonio.

Cuando se habla del demonio la gente cree que se está hablando más o menos como de la cenicienta o estamos hablando de la bruja mala o estamos hablando de alguien inventado, pero la verdad es que cuanto más profundiza uno en la realidad del mal, del mal en la tierra, uno empieza a descubrir cosas sorprendentes.

Por ejemplo la crueldad, la indiferencia, es una cosa que abisma. Hay un velo terrible que cae sobre la gente y cuando uno empieza a mirar que eso no es un fenómeno que esté aconteciendo en uno o dos países sino que hay una especie de cruzada mundial por el aborto en todas partes, cuando uno ve las dimensiones que tiene el egoísmo, que tiene la crueldad cuando se piensa en la cantidad de gente que muere cada día en el hambre, en la guerra, sí todavía se puede decir que eso es fruto de una mala planeación política o eso es fruto del egoísmo de la codicia de la gente.

Pero profundicemos mas, no solo es la codicia, hay una dureza, el corazón humano se vuelve de pedernal, se vuelve durísimo, se vuelve impermeable, se vuelve impenetrable, hay un misterio de iniquidad que se adueña del corazón humano, una rebeldía, es algo bastante profundo, y cuando uno entra a conocer eso y cuando uno mira lo que ha sucedido en la propia vida empieza a sentir que no es tan absurdo hablar de esta criatura, hablar del demonio.

La gente cree que cuando uno habla del demonio es como para quitarse la responsabilidad, como para decir, “yo no dije mentiras, el demonio me hizo decir esa mentira o el demonio me hizo robar” y no, la idea de la Biblia no es que uno quite la propia responsabilidad, el demonio no es el único responsable del mal, la Biblia siempre presenta al corazón humano como el lugar donde se toman las decisiones fundamentales.

La gran enseñanza sobre el mal es que la decisión hacia el bien o hacia el mal está en el corazón nuestro y es muy interesante ver en ese pasaje de la primera lectura, ver lo que sucede ahí, porque uno ve que las estrategias del demonio que aparecen ahí siguen funcionando hoy.

GUION DEL DOMINGO I°CUARESMA, CICLO "A"

DOMINGO 1° DE CUARESMA, CICLO A


MONICIÓN DE ENTRADA: Bienvenidos todos a la celebración de este primer domingo de Cuaresma. El pasado miércoles comenzó este tiempo sagrado de preparación para la fiesta de la resurrección del Señor. La iglesia nos anima a los cristianos a prepararnos bien para esa celebración tan importante de los que creemos en Jesús. Por ello, se nos invita a mirar bien nuestro interior, a reconocernos pecadores e intentar cambiar. La cuaresma es precisamente un tiempo de conversión, de cambio confiando en la misericordia del Señor que es eterna, si se lo pedimos con fe, seguro que El nos ayudará. Confiemos en su amor.

PRIMERA LECTURA (Gén 2,7-9;3,1-7): En la primera lectura del libro del Génesis se nos recuerda la ruptura entre el hombre y Dios, entre el hombre y el hombre, entre el hombre y la naturaleza, y dentro de sí mismo. Es el desorden que el pecado introdujo en la armonía de la creación.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA ( Rom 5,12-19): La salvación, de la que nos habla San Pablo en la segunda lectura, nos dirá como Jesús le ha dado la vuelta a aquella realidad del pecado desde los inicios de la humanidad: él es el nuevo Adán.

MONICIÓN AL EVANGELIO (Mt 4,1-11): En el evangelio, de una manera muy concisa, nos relata San Mateo, las tentaciones de Jesús en el desierto. La experiencia de la tentación es una constante en la historia del pueblo de Dios. El Mesías quiere revivir intensamente la historia de ese pueblo

PETICIONES: Respondamos con fe, ¡Padre, escucha nuestra oración!
1. Que proteja a su Iglesia, la lleve siempre por el camino de Jesús y salga victoriosa de las tentaciones y pruebas. PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN.

2. Que haya solidaridad con los que en el mundo pasan hambre y abra el corazón de los hombres para compartir con los más necesitados. PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN.

3. Que nos enseñe a amar sin discriminación a nuestros hermanos los hombres de todas las razas y a trabajar por el bien y la paz. PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN.

4. Que los pecadores escuchen su palabra y cambien su corazón y sus obras. PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN.

5. Que todos los pueblos de la tierra se esfuercen en superar las tentaciones de la violencia, del poder injusto y de la insolidaridad. PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN.

6. Que los Medios de Comunicación no se conviertan en fuente de tentación, especialmente para niños y jóvenes, y defiendan los valores humanos y espirituales de todos. Oremos.

7. Que los jóvenes no se dejen seducir por el consumismo y el placer y para que no caigan en una visión materialista de la vida. Oremos

8. Para que todos nosotros no caigamos en la tentación del conformismo y la pasividad y sepamos dar testimonio de nuestra fe. Oremos

OFRENDAS: Cristo no tiene manos, tiene sólo nuestras manos para construir un mundo nuevo donde habite la justicia. Cristo no tiene pies, tiene sólo nuestros pies para poner en marcha a los oprimidos por el camino de la libertad. Cristo no tiene labios, tiene sólo nuestros labios para proclamar el evangelio a todas las personas. Cristo no tiene medios, tiene sólo nuestra acción para lograr que todos los hombres sean hermanos.

MONICIÓN PARA LA COMUNIÓN: Jesús viene a ti, para dártelo todo: su inmenso amor, su perdón, sus méritos. Quiere enriquecerte sin medida... Dios es tuyo, y en la medida que tú le acojas y le aceptes, Él te llenará con sus dones, y te ayudará a ser su fragancia en tus ambientes.

MEDITACIÓN:
Tú no eres, Señor, un Dios impasible, no eres distante y duro con los hombres.
Tú conoces nuestra debilidad, nuestros orgullos, violencias y egoísmos; conoces bien nuestras miserias.
Tú que eres Misericordioso.
Tú que eres compasivo, compadécete de nosotros.
Si nos ves caídos, levántanos.
Si nos ves enfermos, cúranos.
Si nos ves manchados, límpianos.
Si nos ves cobardes, fortalécenos.
Si nos ves engañados, enséñanos.
Si nos ves tristes, alégranos.
Si nos ves mezquinos, agrándanos.
Si nos ves solos, acompáñanos.

Danos, Señor:  el aceite de tu Espíritu.
El agua de tu Espíritu.
El fuego de tu Espíritu.
La luz de tu Espíritu.
La risa de tu Espíritu.
El amor de tu Espíritu.
La presencia de tu Espíritu.

Quédate con nosotros, Señor,
Sé el más dulce huésped; métenos dentro de tu inmenso corazón misericordioso.

domingo, 6 de marzo de 2011

EL GUION PARA LA MISA

Misa del Dgo. 9° Durante el Año– Ciclo A


1- Entrada: Queridos amigos: Quizá muchas veces ponemos nuestras seguridades y entregamos nuestra total confianza en situaciones, personas, realidades que después nos defraudan, dejándonos tristeza y decepción. Hoy Jesús, que vuelve a convocarnos, nos enseñará claramente cuál debe ser nuestro cimiento.

Comencemos la celebración eucarística con toda alegría, cantando.

2- Liturgia de la Palabra: El ser amigo del Señor no es sólo proclamar que lo somos, sino llevar grabadas en nosotros sus enseñanzas y su Ley, haciéndolas vida y reflejándolas en nuestra vida de todos los días. Escuchemos la liturgia de la palabra de este 9no. Domingo.

3- Oración de los fieles: Respondemos: “Ayúdanos a cimentar nuestra vida en Vos”.

Por la Iglesia, a quien confiaste la custodia y la enseñanza de tu Ley y tu Palabra. Oremos

Por todos los cristianos, para que la proximidad de la Cuaresma renueve nuestra fe y reavive nuestra caridad. Oremos

Por los hermanos de aquellos países que necesitan con urgencia el don de la paz basado en la justicia. Oremos

Por nuestra Argentina, para que en este Año de la Vida, proclamado por nuestros Obispos, sepamos valorar y cuidar ese inmenso regalo. Oremos

Por quienes no encuentran el sentido de su vida y viven tristes, para que no se apoyen en arenas inseguras. Oremos

Por nosotros y todos los jóvenes que poco a poco van reiniciando sus estudios. Oremos

4- Ofrendas: Acompañemos la presentación del pan y el vino con nuestros esfuerzos por ser verdaderos cristianos, no sólo de nombre sino de corazón.

5- Comunión: Para que nuestro seguimiento de Jesús sea auténtico y no se quede en algo superficial, ocasional o débil, necesitamos que Él mismo nos de fortaleza. Vayamos a su mesa, porque al recibir su Cuerpo encontraremos esa ayuda que no falla.

6- Salida: Hermanos: nuestra esperanza es segura, porque sabemos que si ponemos nuestra confianza en Jesús no estamos construyendo sobre arena, sino en roca firme. Al retirarnos pidamos a nuestra Madre, María, nos ayude toda la vida a no equivocar el camino.

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO (9° TO "A")

UNAS PALABRAS MUY DURAS DE JESUS
(Mt 7, 21 27)


Jesús es un gran maestro, una gran pedadogo de las cosas del cielo. Esto lo testimonia en el Evangelio de hoy, con aquello de la casa sobre la roca, la casa sobre la arena. Una vez, una sola vez que uno haya oído esa comparación, y en la mente y en la imaginación como que se forma ese contraste entre estos dos casos, entre estos dos edificios, el uno en ruinas, el otro firme levantado sobre sus cimientos. La casa sobre arena, la casa sobre roca es un contraste fuerte, es un contraste que, precisamente, por ser tan grande, queda grabado en la imaginación y puede transmitirse a otras personas.

En esta comparación Cristo está ganando nuestra inteligencia, pero ¿qué es lo que nos quiere decir? Y yo les confieso que no fue hace mucho tiempo que empecé a meditar con cierta seriedad, con cierto rigor si quieren, en esta parábola, en esta comparación, porque por lo menos mi experiencia ha sido que esto de la casa sobre la roca y la casa sobre la arena es uno de esos casos en los que uno cree que entiende y de pronto no está entendiendo. Es decir, uno sabe qué le pasa a una casa sobre la roca en contraste con lo que le pasa a la casa sobre la arena, y uno sabe que ese viento impetuoso, esa lluvia torrencial, que ese huracán que azota a ambas casas corresponde o a las tentaciones o a las persecuciones, o, en general, a las dificultades que trae el seguir mensaje de Jesús. Esa parte uno la entiende. Pero el detalle está en esta fracesita que dice Jesús: “El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a lo que está edificado sobre roca” San Mateo 7,24. Dicho de otro modo planteemos la pregunta: ¿Qué es estar sobre roca? Y yo creo que la primera respuesta que a uno se le ocurriría es, tener una fe firme o tener unas convicciones claras o saber bien la enseñanza de nuestra fe, es decir, la doctrina. Pero Jesús no dice: “El que entiende bien estas palabras”, eso no es lo que dice Jesús; Jesús no dice: “El que se sabe bien estas palabras o el que recuerda bien estas palabras”, y esto indica que la firmeza no viene simplemente de saberse las palabras de Jesús. Estar sobre la roca no es equivalente a entender muy bien las palabras de Jesús o recordarlas muy bien o poderlas explicar, lo único que da firmeza en las dificultades es haber puesto en práctica las palabras de Jesús, es eso lo que da firmeza; y por eso digo que no es obvio porque uno suele pensar que la persona que está sobre roca, es la persona que tiene ideas claras, es la que tiene sus convicciones en su sitio. Pero lo que Jesús nos dice aquí es mucho mas práctico. Precisamente, de lo que se trata, es poner en práctica, por eso digo que se trata de algo práctico, hay que poner en práctica la palabra de Jesús y poner en práctica la palabra de Jesús ¿qué es? Es haber experimentado en uno mismo que esa palabra se cumple.

Y la tentación que uno puede tener es: convertir todo eso en palabras que uno recuerda o palabras que uno entiende o más o menos entiende; eso no da firmeza, la firmeza viene de tomar esto que dice Jesús, por ejemplo, de amar al enemigo y ponerlo en práctica.

Hermanos, hay que ir poniendo en práctica las palabras de Cristo, y yo pongo ese presente continuo: poniendo en practica, ir poniendo en práctica, porque soy plenamente consciente de lo que muchas veces nos dice la Biblia, a saber: quien no empieza en lo imperfecto y que sólo poco a poco se va dirigiendo hacia lo más perfecto. Pues eso vale aquí. Uno tiene que empezar poniendo en práctica todo lo que puede poner en práctica, y ahí va adquiriendo nueva firmeza que le permite poner en práctica otras cosas, y así sucesivamente. Es un proceso que se retroalimenta y que cada vez le da más firmeza al alma cristiana. Hay que ir al camino, hay que seguir el camino de la vida y hay que seguir poniendo en práctica.
Sigamos adelante en nuestro camino con esta resolución específica: “Hoy pondré en práctica algo de la enseñanza de Cristo, y eso va construyendo, va edificando dentro de mí la casa que nadie puede destruir". Amén.